Ya escogiste al perro que querías, lo llevas a tu veterinario de confianza para su primer chequeo médico y para que te dé los cuidados básicos que se enumeran mas adelante. Antes de llegar a casa debes asegurarte de haber recogido y guardado todos los productos de limpieza domestica que puedan ser tóxicos, como detergentes, jabones, limpiadores, desinfectantes. Asimismo, todas las sustancias químicas como fumigantes, venenos de ratas, herbicidas, fertilizantes, etcétera.
Como consecuencia de un caso, en el año 1972 en que un perro murió en la peluquería canina, convulsionando por un baño garrapaticida, cuando se usaban productos fosforados diluidos (Asuntol), hicimos un estudio cuya conclusión fue que 33% de los perros, aparentemente sanos, que llegaron a la consulta tenían la SGTP (Transaminasa hepática) elevada. La causa común de este aumento, resultó ser tanto antes como ahora, el ingreso de los productos químicos de limpieza en el organismo, que los perros absorben a través de las patas, mucosas orales, conjuntivales, etcétera, los cuales pasan al hígado, que se les inflama y les causa hepatitis toxica asintomática, situaciones patológicas que pueden conducir a la muerte de la mascota.
¿Y los raticidas? Hubo infinidad de casos de envenenamiento por roedonticidas (cumarinas) y lo primero que dice el dueño es que es imposible porque él puso el veneno "por allá arriba". Resulta que el roedor sí lo alcanza, y cuando el perro ataca al roedor se contamina y se envenena; la sangre se le hace incoagulable y en la cavidad torácica, se acumula todo un pozo de sangre licuada que le genera disnea y por ende, la muerte entre las 48 y 72 horas de haber ingerido el tóxico; no obstante, pudiese solucionarse con una inmediata transfusión de sangre...
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