Los juguetes para perros tienen que ser objetos no tóxicos, suficientemente grandes para que no puedan tragarlos, sin piezas que se les puedan desprender, como lazos, cascabeles, etcétera. Asi mismo que no puedan astillarse, como palos de madera, y que no los puedan ingerir, en cuanto un juguete comience a romperse, hay que retirarlo de inmediato. Nunca le des un zapato o ropa vieja para jugar, luego sera imposible que entienda que no son juguetes.
Debes tener cortas sesiones de juego durante el día, al terminar deberás recoger y guardar los juguetes, asi la mascota no se aburrirá de ellos. Los hay de todos los tamaños, sabores y colores; sin embargo, no todos sirven para toda clase de animal. Los perros actuaran sobre los juguetes como un lobo va a su presa; por esa razón, siempre preferirán alguno con olor a comida, que se pueda destruir y que haga ruido. Les encantan los juguetes chillones, los hay de plástico y en forma de pelotas que, al morderlos, hacen un sonido que se le asemeja al que hacen los animales cuando han sido cazados. Los encuentran muy divertidos, les llama mucho la atención.
- Juguetes de tela o cuerda: son muy populares, fácil de conseguir, y sirven para la limpieza y cuidado de los dientes, lo importante es que sean del tamaño adecuado en relación con la talla de la mascota
- Pelotas: las más populares; todos los perros, de cualquier tamaño, responden bien a ellas. Son excelentes para ejercitarlos, ellos aprenden a recuperarlas y a traértelas de regreso; deben ser grandes, como las de tenis o de goma, siempre y cuando no las destruyan.
- Juguetes de goma: existe una marca china que los hacen de una goma muy dura e incluso algunos vienen con un hueco para rellenarlo con pasta de alimentos, que a ellos les gusta mucho (a los cachorros, no a los chinos).
Son ideales, también, aquellos juguetes texturizados con forma de huesos, que tienen rugosidades en la superficie; por lo general son de un plástico muy resistente que a los cachorritos, al igual que a los bebes humanos, les alivia la comezón de las encías, que les pican cuando van a salirle los dientes. Recuerda que ellos mudan a partir de los cuatro meses de edad y esa es una de las principales razones por las que se mantienen mordiendo todo.
Cuando veas a tu cachorro mordiendo algo que no debe, no solo debes quitárselo, sino redirigir su atención al juguete previamente escogido por ti.
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