miércoles, 25 de enero de 2017

La etología


Es la ciencia que se encarga del estudio del comportamiento animal, incluyendo el hombre. Los etólogos, entre otras observaciones, han estudiado el lenguaje corporal, los cambios fisonómicos del cuerpo ante las experiencias de agrado o desagrado. Por ejemplo, si alguien se topa con otra persona y se alegra de verla, sin advertirlo, se produce un levantamiento espontáneo de las cejas, que dura unas milésimas de segundo, unas dilataciones de las pupilas debido a descargas de catecolaminas, sustancias que se liberan con la alegría y aparece una sonrisa espontánea y alegre.

Por el contrario, cuando te encuentras con una persona, por ejemplo, a quien le debes dinero, por educación la saludas, estrechas su mano, pero tu sonrisa será fabricada, gélida, acartonada, no subirán las cejas y si suben se detienen arriba un par de segundos, tus pupilas permanecerán iguales y pensarás otra cosa, como "¡Trágame tierra!".

Pues bien, para los perros, la vista juega un rol muy importante y a diferencia de lo que piensa mucha gente, aunque ellos solo ven en blanco y negro y tonalidades de grises, sí ven con precisión formas y tamaños distintos. Es que en la retina se les desarrolla más la capa de bastones (células utilizadas para ver formas y tamaños) que la de conos (células utilizadas para ver colores).

A través de la vista, los perros comprenden los hechos que se suceden en su entorno mediante un lenguaje corporal, a diferencia de las personas que utilizan un lenguaje verbal para comunicarse y saber qué es lo que le sucede al otro. Este lenguaje corporal, es lo que los hace muy perceptivos a los cambios en el cuerpo de sus dueños y hace que sientan sus estados de ánimo. Este tipo de comportamiento de la mascota, cuando permanece al lado de su amo convaleciente, lo he notado en innumerables visitas a domicilio.

En particular, me marcó mucho un hecho que viví con un familiar que fue herido en la pierna por unos ladrones que entraron a su casa. Se trata de mi sobrino Eduardo, que fue llevado al hospital por esa razón. La sangre quedó en el piso por 72 horas y su mascota permaneció en el lugar sin moverse, aún cuando fue lavado el piso. Solo se separó del lugar cuando al cuarto día volvió Eduardo a casa para pasar allí su convalescencia. En la actualidad, se están utilizando a las mascotas para detectar infartos, crisis epileptiformes e incluso en el hospital Amersham en Buckinghamshire, las están utilizando para detectar cáncer de vejiga urinaria a través de las habilidades olfativas caninas.

En definitiva, no hay nada inexplicable en esta forma que tienen los perros de percibir todo lo que los rodea. Tienen ese sexto sentido, que les permite apreciar cosas imposibles para nosotros.

A pesar que nos consideramos los seres más desarrollados del planeta, algunos no queremos aceptar, que ciertos sentidos de los animales son superiores a los nuestros.

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