Un perro sano será vivaz, con ganas de jugar, mostrará vitalidad y atención a tus llamadas. Si por el contrario está triste, echado en un rincón, etcétera, algo malo estará pasando y debes consultar con tu veterinario. El perro saludable debe tener las siguientes características:
- Pelo con brillo, lustroso y suave.
- Piel suave, sin costras, sin pelados.
- Ojos claros, brillantes, abiertos, sin secreciones, mucosas rosadas.
- Nariz con un morro húmedo y ollares limpios.
- Boca u hocico limpio, húmedo sin salivación.
- Dientes blancos, limpios, sin mal olor.
- Orejas limpias, oídos sin secreciones.
- Cuerpo con fuertes huesos, no obeso, no huesudo.
- Excrementos pequeños, compactos y poco olor.
Características de un perro enfermo:
- Comportamiento triste, sin apetito.
- Piel seca, agrietada, con pelados, con manchas, ocurre por problemas de alimentación o por enfermedades hormonales.
- Pelo seco, hirsuto, sin brillo, alopecia o caída de pelo, ocurre por presencia de ectoparásitos, pancreatitis, muchos baños, mala alimentación.
- Ojos tristes, con lagañas, amarillentos, medio cerrados, ocurre por fiebre, enfermedades respiratorias, enfermedades virales, por lesiones oculares.
- Nariz muy seca, con secreciones mucosas sangrantes, ocurre por fiebre, por infecciones respiratorias, por problemas de discrasias sanguíneas o de coagulación o tumorales.
- Boca salivando abundante, mal aliento, lengua afuera jadeante, ocurre por problemas digestivos o dentales, acumulación de sarro dental, deshidratación por mucho sol.
- Cabeza ladeada, sacudidas, ocurre por infecciones de oídos, garrapatas.
- Cuerpo muy obeso o muy flaco, ocurrirá siempre por problemas de alimentación.
- Heces diarreicas, ocurrirán por problemas digestivos por mala absorción, cambios en la dieta, o por infecciones bien sean bacterianas, parasitarias o virales.